Es tan dificil coleccionar los delirios de un parto...
Princesa, mi princesa, te coronaría siempre para q lo fueras eternamente. Déjame q vayamos a donde nos lleve la marea, que fluya alrededor de nuestro ombligo el tiempo, y que no pare esta verticalidad.
Hazme ser parte del camino que vuelve de ninguna parte. Me merezco, si me corre metralla por las arterias, volver a renacer de los quejíos y ser parte de tu colchón. A veces te miro, te suspiro, te pienso, y creo que el halo que ilumina a la luna es un reflejo tuyo de todas las noches sin dormir meciendo los cristales de mi pecho. Pero cada mañana que despiertas, y es inherente a ti el llevar un regalo en las pupilas... Y me atrevo a dar las gracias desde la ventana a toda esa gente inconsciente que me hace valorarte más que a nada.
Sabes que no hay mejor sorpresa que tu sonrisa en los días que toca rutina, y por eso, cuando crees que nadie mira, tú sonríes y enseñas los dientes con picardía, y para mí se abre el cielo y que se joda el mundo. Y por ti, supongo que pasarán todas las tormentas que hay debajo de la cama.
Y delante tuya, el universo entero.
Detrás mía todo lo demás...
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