Sinestesia
De reojo noté como me miraba. No era una mirada de rencor, ni de simpatía. De hecho no era una mirada de nada, y nosotros nos pensamos q si, cuando realmente expresan menos de lo q queremos entender. Aún así, le agarré y le di la vuelta mirando contra la ventana.
No me gustan las miradas indiscretas.
NisiQuiera las de un peluche.
No hay comentarios:
Publicar un comentario